París, 31 may. «Ya no quiero más partidos a cinco sets», dijo el peruano Juan Pablo Varillas tras remontar dos en contra por segundo partido consecutivo en Roland Garros, donde está consiguiendo sus primeros triunfos en un Grand Slam.
El de Lima, de 27 años, se impuso a un veterano como el español Roberto Bautista, por 1-6, 4-6, 6-3, 6-1, 6-1, tras haber derrotado en primera ronda a la joven promesa del tenis chino Shang Juncheng por 4-6, 2-6, 6-2, 6-3, 6-1.
«Hace muchos años remonté uno en Copa Davis, pero desde entonces nada», aseguró Varillas, que vive un sueño en París.
El peruano ha visto cómo la suerte, que le fue esquiva en sus dos primeras participaciones en un Grand Slam, ahora se vuelve a su favor.
En la pasada edición en París cayó en primera ronda contra el canadiense Felix Auger-Aliassime tras ir ganando los dos primeros sets, por 2-6, 2-6, 6-1, 6-3, 6-3, y en el último Abierto de Australia fue derrotado por el alemán Alexander Zverev, también a cinco sets, por 4-6, 6-1, 5-7, 7-6 (3), 6-4.
Varillas, que está siguiendo la tradición del tenis peruano, con nombres como Luis Horna, ganador del doble en 2008 haciendo pareja con el uruguayo Pablo Cuevas, pero también otros como Ignacio Buse, Alejandro Aramburú, Duilio Beretta, y Fernando Maynetto, mantiene la ilusión.
«Voy con toda la fe, con ganas de seguir avanzando», señaló el peruano, que ahora se medirá contra el polaco Hubert Hurkacz, decimotercer favorito, «un rival muy duro, que sabe lo que es ganar un Masters 1.000».
«Será un partido duro, pero voy con toda la energía para darlo todo en la cancha», afirmó.
Varillas achaca a su fe las dos victorias que acaba de encadenar en París.
«Los partidos son tan largos que en algún momento se pueden dar la vuelta, hay que estar preparados para aprovechar la oportunidad», señaló.
Así lo hizo frente a Bautista, al que fue fatigando para darle el golpe definitivo.
«En el segundo set tuve chispazos de agresividad, en el tercero muchos quiebres, muchos altibajos, encontré el ritmo necesario para encontrar la clave del partido. Él ya no estaba tan fresco como al principio, trataba de acortar los puntos. Tenía que moverlo, yo estaba bien de físico y eso influyó mentalmente, que me viera correr es un golpe anímico muy fuerte», analizó.
Varillas aseguró que no pensaba en la remontada, solo en el momento que estaba viviendo.
«En el momento no lo piensas, estaba tan concentrado que te dejas ir, estaba como en un túnel. Pensaba que iba en automático, fue una de las claves de ganar el partido», dijo.
El peruano reconoció que en Roland Garros vive una situación particular, porque es «especial para todos en América Latina». EFE
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