El Mundo

Benfica, Inter y el recuerdo de una final de Copa de Europa

Tomás Frutos

Roma, 10 abr. El 27 de mayo de 1965 el fútbol deparó el primer y único enfrentamiento entre Benfica e Inter de Milán en Liga de Campeones. Fue en una final de la por aquel entonces denominada Copa de Europa que acabó levantando el conjunto ‘nerazzurri’ (1-0), ahora denostado tras un esperpéntico mes de marzo que ha desatado las dudas para afrontar la escapada a Lisboa ante un Benfica en alza.

Se trataba del Inter del ‘mago’ Helenio Herrera y de los españoles Luis Suárez y Joaquín Peiró; y el Benfica del mítico Eusebio. Una final, jugada en Milán, decidida por el tanto del brasileño Jair.

Este martes, 58 años y un mes después de aquello, lusos e italianos vuelven a encontrarse en la máxima competición continental, pujando esta vez por unas semis en un choque de dinámicas y de aspiraciones que a priori favorece al Benfica pero en el que todo está abierto.

No hay duda de que el partido que acogerá el Estadio Da Luz es especial entre dos combinados que suman cinco Ligas de Campeones, dos del Benfica y tres del Inter. Será especial ya no solo por las posibilidades que tienen ambos de pasar de ronda, de volver a sentirse grandes y de acaparar las portadas; sino por la nostalgia de volver a revivir una época histórica en la que interistas tocaron el cielo ese año y el siguiente, y benfiquistas estuvieron a punto de hacerlo, lo que hubiera aumentado el palmarés europeo que iniciaron en 1961 y 1962 con dos ‘orejonas’ consecutivas.

Uno de estos dos equipos ilustres equipos, míticos de la competición, volverá a unas semifinales. Uno volverá a estar entre los cuatro mejores equipos de Europa después de haberse quedado fuera de las quinielas en los últimos años, con la ilusión añadida de volver a una final de Liga de Campeones, un objetivo que ahora no parece tan lejano.

Especialmente para un Benfica que marcha líder a ritmo de campeón en el campeonato doméstico y que, pese al tropiezo ante el Oporto, por su dinámica, por su juego y por las buenas sensaciones que transmite, parte con clara ventaja para este duelo en el que además podrá vengarse de aquella final en la que un brasileño, Jair Da Costa, marcó el único tanto del partido en San Siro, ayudado en gran medida por el error del meta luso Alberto Da Costa Pereira.

Los goles y actuaciones de Joao Mario, una de las revelaciones de la competición, han elevado el techo competitivo de un Benfica que se ve con opciones ante el conjunto italiano en el que el jugador que llegaba para ser esa pieza clave de la ofensiva, Romelu Lukaku, no ha terminado de rendir a su mejor nivel, dejando todo el espacio a un Lautaro Martínez que se ha erigido como el peligro ofensivo.

Son doce años los que el Inter lleva sin pisar los cuartos de final de la ‘Champions’. Demasiados para un equipo que no quiere desaprovechar la oportunidad. El Benfica ya estuvo en esta ronda el año pasado, en la que cayó precisamente ante un Liverpool que también eliminó a los italianos en octavos. Doce años que han pesado mucho para una afición que, pese a los nefastos últimos treinta días en competiciones italianas y la mala temporada regular, está más ilusionada que nunca con su equipo, con volver a escuchar el himno y mirar de igual a igual al resto de contendientes.

Hace muchos años que había esta ilusión en la casa ‘nerazzurra’, que si bien ha estado en finales de Liga Europa, Copa Italia o Suppercopa Italia, siempre luchó por volver al sitio que históricamente han ocupado, entre los mejores de Europa, portando el cartel de equipo temido que podía optar a todo.

Despojado de la grandeza que tuvo en Europa, opacado por un Juventus que comenzó su dominio en Italia, el Inter se vio relegado incluso a jugar en Liga Europa.

Una competición en la que han tenido lugar los últimos enfrentamientos entre ambos combinados. Fue en la temporada 2003-04, cuando todavía se conocía como Copa de la UEFA, esa que ganó el Valencia. El Inter eliminó al Benfica con un empate a cero en Portugal y una victoria por la mínima (4-3) en San Siro, sentando un precedente a favor en cuanto a resultados. Y es que el Inter saltará al verde de Da Luz con la condición de invicto ante el Benfica. Dos victorias y un empate en el histórico son el escudo perfecto para los de Inzaghi.

Pero el telón de fondo de aquella final de Copa de Europa y la relevancia de cualquier dato significativo que pueda servir para uno o para otro, caerán en cuanto este martes suene el himno de la ‘Champions’. La reedición del partido de 1965 quedará en un segundo plano cuando el balón eche a rodar y la mente pasará de centrarse en un pasado anhelado a hacerlo en un futuro prometedor. EFE

tfc/lm

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba
error: Content is protected !!