Las fuerzas rusas utilizaron misiles hipersónicos entre los 81 cohetes lanzados en la ofensiva de este jueves contra Ucrania, según confirmó el Ministerio de Defensa ruso, mientras las autoridades militares ucranianas reconocieron que sus fuerzas no pueden detener con alta eficacia ese tipo de arsenal.
Las sirenas antiaéreas sonaron sobre la capital durante siete horas, mientras que las defensas aéreas ucranianas derribaron drones y todo tipo de misiles de crucero, aunque según informes preliminares un misil hipersónico alcanzó su objetivo.
“Las armas de precisión de largo alcance, aéreas, marítimas y terrestres, incluido el sistema de misiles hipersónicos Kinzhal, alcanzan elementos clave de la infraestructura militar de Ucrania, empresas del complejo militar-industrial, así como instalaciones energéticas que les suministran energía”, dijo el portavoz del Ministerio de Defensa Igor Konashenkov.
“Desgraciadamente, un misil del tipo Kinzhal alcanzó un objeto de infraestructura”, declaró Serhi Popko, jefe de la autoridad militar de la región de Kiev.
El ejército de Putin ya ha usado este tipo de misil previamente en Ucrania. En agosto, reportó que habían sido lanzados en tres oportunidades, comenzando en julio. “Y las tres veces mostró características brillantes”, celebró entonces el ministro de Defensa, Serguei Shoigu.
Los misiles Kinzhal (“daga” en ruso) forman parte de un conjunto de nuevas armas hipersónicas que el presidente Vladímir Putin presentó en 2018 en un belicoso discurso en el que dijo que podían alcanzar casi cualquier punto del mundo y evadir un escudo antimisiles desarrollado por Estados Unidos.
El Kinzhal mide ocho metros, pesa media tonelada y puede ser lanzado tanto desde un avión caza como desde un bombardero. Su velocidad es de cinco a diez veces mayor que el sonido y tiene un alcance de más de 2000 km.
Según un informe citado por la agencia de noticias rusa TASS, en julio de 2018, este tipo de armamento podría llegar a superar los 3000 kilómetros, en caso de ser lanzado desde un bombardero Tupolev Tu-22M. Esta daga rusa es un proyectil muy difícil de interceptar debido a su capacidad de maniobra. Su característica hipersónica le permite cambiar su trayectoria en el aire y desviarse en caso de que sea necesario.
Este jueves, el jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania afirmó que Rusia disparó 81 misiles contra territorio ucraniano en la madrugada del jueves, incluidos seis misiles Kinzhal.
Valery Zaluzhny reportó en Telegram la lista del arsenal utilizado desde diferentes bases: 28 misiles de crucero Kh-101/Kh-555 desde el aire; 20 misiles de crucero Kalibr desde el mar; seis misiles de crucero aéreos X-22; seis misiles de crucero aéreos Kh-47 Kinzhal; ocho misiles aéreos guiados: 2 – Kh-31P; 6 – X-59; y 13 misiles antiaéreos guiados S-300.
El uso de misiles hipersónicos es analizado desde dos perspectivas: puede ser una nueva muestra de intimidación por parte del Kremlin o una señal sobre un agotamiento del arsenal más “corriente” de cohetes en las fuerzas rusas.
Ola de ataques
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó de explosiones en el suroeste de la capital. A través de la aplicación de mensajería Telegram, el alcalde dijo que el 40% de los consumidores de Kiev se habían quedado sin electricidad.
También el puerto de Odesa, en el mar Negro, y la segunda ciudad más grande del país, Járkov, fueron alcanzados por misiles, en un amplio arco de objetivos que se extiende desde Yitomir, Vynnytsia y Rivne, en el oeste, hasta Dniéper y Poltava, en el centro del país, según las autoridades ucranianas.
El jueves por la mañana, el ejército ucraniano declaró que las fuerzas rusas estaban atacando la ciudad minera de Bakhmut y otras ciudades del este, como Kupyansk, Limán, Avdiivka y Shakhtarsk.
“Durante el último día, nuestros soldados repelieron más de 110 ataques”, declaró el ejército ucraniano.
A su vez, misiles dejaron sin suministro eléctrico a la mayor central nuclear de Europa durante una serie de ataques por toda Ucrania, mientras los defensores ucranianos repelían los feroces asaltos a la asediada ciudad de Bakhmut. La central nuclear de Zaporizhzhia, capturada por el ejército ruso hace un año, pasó a depender de generadores de reserva después de que los misiles rusos dañaran la infraestructura ucraniana que suministraba electricidad a la planta, según informó la empresa eléctrica estatal ucraniana Energoatom en un comunicado.
En Odesa, el gobernador de la región, Maksym Marchenko, dijo en Telegram que un ataque masivo con misiles alcanzó una instalación energética en la ciudad portuaria, cortando el suministro eléctrico. También fueron alcanzadas zonas residenciales.
El gobernador de la región de Kharkiv, Oleh Synehubov, dijo que la ciudad y la región fueron alcanzadas por 15 ataques, cuyos objetivos incluyen infraestructuras. Se informó de otros ataques en la ciudad central de Dniéper y en regiones de todo el país.
Rusia, que lleva meses sin lograr una victoria significativa en el campo de batalla, puso sus miras en Bajmut el pasado agosto. Los combates en la ciudad han sido de los más sangrientos desde el inicio de la invasión de Ucrania en febrero del año pasado, pero hasta ahora los militares rusos sólo afirman haber tomado la mitad oriental de la ciudad.
(Con información de Reuters)
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