En el distrito de Moncloa-Aravaca, en una de las principales entradas a la capital, descansa el Arco de la Victoria de Madrid desde la década de 1950. Fue mandado construir por el dictador Francisco Franco y conmemora la victoria del bando sublevado contra la República en la batalla de la Ciudad Universitaria durante la Guerra Civil.
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Se trata de uno de los monumentos más importantes que conmemoran el triunfo del ejército dirigido por Franco. El arco, de medio punto romano y 30 metros de altura, está coronado por la cuadriga de la diosa romana de la guerra Minerva. Y a pesar de su actual mal estado, se puede leer su inscripción en latín: ARMIS HIC VICTRICIBVS / MENS IVGITER VICTVRA / MONVMENTVM HOC / D.D.D. Lo que significa: “La mente que siempre ha de vencer da, dona y dedica este monumento a las armas aquí vencedoras”. También se puede atisbar: HISPANORUM DUCE, el ‘caudillo de los españoles’. El monumento también cuenta con dos placas aluden a las letras primera y última del alfabeto griego -alfa y omega-, sobre las que se sitúan, en número romano, el año de inicio y fin de la guerra.
El monumento franquista pertenece a la Universidad Complutense de Madrid (UCM), aunque a finales del año pasado su gestión y mantenimiento pasó al Ayuntamiento de la ciudad por un periodo de 25 años. El hecho de que siga en pie ha suscitado muchas polémicas en los últimos años porque vulnera la Ley de Memoria Histórica.
Este mes, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha presentado una denuncia ante la Fiscalía General del Estado contra el Rectorado de la UCM por mantener un monumento que “celebra la victoria del fascismo europeo y enaltece a los líderes de los tres ejércitos que desfilaron en Madrid el 19 de mayo de 1939: Franco, Hitler y Mussolini”. La denuncia responde a “la falta de respuesta y la pasividad” de la universidad, ya que la asociación presentó en noviembre del año pasado una solicitud de retirada ante el Rectorado.
Emilio Silva, presidente de la asociación que vela por la memoria histórica, ha denunciado que el Arco de la Victoria es un monumento que “celebra el asesinato y la desaparición de más de cien mil civiles republicanos que aún yacen en cunetas sin que sus familias puedan darles un entierro digno”. También ha añadido que “conmemora el exilio forzado de medio millón de personas” que murieron “lejos de sus hogares y nunca pudieron reunirse con sus seres queridos” así como “un largo periodo de secuestro de la Democracia”.
Contra la ley
La Ley 52/2007, de la Memoria Histórica, en su Artículo 15 establece que las Administraciones públicas deben tomar medidas para la retirada de elementos que exalten la sublevación militar, la Guerra Civil y la represión de la Dictadura. Sin embargo, desde la ARMH denuncian que «15 años después de su aprobación, todavía persisten en España numerosas calles, monumentos y espacios que enaltecen el franquismo, lo que indica que muchas instituciones y autoridades públicas han incumplido esta legislación».
Además, el Artículo 35 de la Ley 20/2022, de Memoria Democrática, considera elementos contrarios a la memoria democrática a las edificaciones, construcciones, escudos, insignias y placas que realicen menciones conmemorativas en exaltación de la sublevación militar, la Dictadura, sus líderes, participantes en el sistema represivo o las organizaciones que apoyaron al régimen.
En este contexto, ARMH insta a la Fiscalía General del Estado a “tomar las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de las leyes y perseguir a aquellos que, como el rectorado de la Universidad Complutense de Madrid, podrían estar prevaricando al no aplicar adecuadamente estas leyes”.
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