En el año 2020, durante los trabajos de construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció el hallazgo de lo que ellos denominaron como “un cementerio de megafauna” en el área del predio de Santa Lucía.
Debido a ello, Santa Lucía, se ha ganado un lugar de renombre en la comunidad paleontológica debido a la aparición de restos de mamuts. La región ha sido reconocida como un territorio paleontológico importante, lo que llevó al Gobierno de México a establecer el Museo del Mamut en los terrenos cercanos al aeropuerto.
Más de 70 ejemplares de mamut yacían enterrados en el suelo. Sin embargo, este tesoro no estaba solo, ya que también se encontraron restos óseos humanos que remontan su origen alrededor del año 400 d.C.
A partir del descubrimiento inicial, un esfuerzo conjunto entre el INAH y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se puso en marcha. Durante un período que abarcó desde 2019 hasta 2021, una extensa área de exploración de 23 km² se convirtió en un escenario de más de 25,000 restos óseos acumulados, pertenecientes a más de 300 mamuts, seres humanos.
En el año 2022, el Museo del MAMUT abrió sus puertas al público. La Sedena, responsable de su construcción, dio vida a un espacio dentro del AIFA. Con una extensión de 7,328 metros cuadrados, de los cuales 4,166 metros cuadrados son de construcción, el museo se alza como un tributo a la historia y la grandeza del pasado.
¿Qué puedo encontrar en el museo?
El Museo del MAMUT alberga no solo huesos antiguos, sino también un cúmulo de conocimiento. Cuatro salas de exposiciones permanentes narran la historia de estos gigantes prehistóricos y la relación entre los seres humanos y la fauna que coexistió en aquel tiempo.
Además, una sala temporal brinda la oportunidad de explorar temáticas cambiantes y profundizar en los aspectos más intrigantes de la era antigua. Incluso en el exterior, las salas de exposición al aire libre y un jardín temático transportan a los visitantes a un viaje en el tiempo.
Como parte de una visión más amplia para el nuevo aeropuerto, el Museo del MAMUT comparte el escenario con otros dos museos: uno dedicado a la Fuerza Aérea Mexicana y otro dedicado a los ferrocarriles, completando así un trío de instituciones que celebran los diferentes aspectos del pasado y el progreso.
Carnívoro inteligente en México
En el mes de marzo de 2007, la paleontóloga mexicana, Martha Carolina Aguillón, llevó a cabo un descubrimiento que marcaría un hito en la historia. En el árido terreno de Cerro del Pueblo, al sur de Coahuila, se encontró con los restos de un cráneo diminuto, una suerte de “pieza misteriosa” que desafiaba la clasificación de los dinosaurios previamente conocidos en la región.
Tras un lapso de dieciséis años, y la realización de una serie de análisis minuciosos, el fósil reveló que hace más de 74 millones de años, México albergó a los troodóntidos, un grupo de dinosaurios carnívoros que sobrepasaba en capacidad cerebral a cualquier otra especie conocida.
Este hallazgo no solo enriquece la diversidad de los dinosaurios identificados en Coahuila, un estado que se ha comprometido a desentrañar su pasado prehistórico en las últimas décadas, sino que también otorga un nuevo estatus al Museo del Desierto como el epicentro líder en investigación y divulgación de la vida de los dinosaurios en el país.
Aunque el dinosaurio descubierto apenas medía 1.3 metros de altura y poco más de dos metros y medio de longitud, sobresalía por una cualidad única: su capacidad cerebral superior a la de cualquier otro dinosaurio. Este hallazgo enriquece nuestra comprensión de la biodiversidad y la evolución de las especies en un periodo crucial anterior al cataclismo que marcó el ocaso de la era de los dinosaurios.
