En una nueva arremetida contra diferentes sectores políticos en Colombia, el jefe del régimen venezolano, Nicolás Maduro, dio a conocer el lunes 15 de enero que se estaría fraguando un plan para asesinarlo, el cual se habría orquestado desde Bogotá y Miami (Estados Unidos). Además, enfiló baterías contra la agencia de Administración de Control de Drogas (DEA), que ―según él— estaría operando en contra suya.
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“Tenían el objetivo de asesinarme, asesinar al ministro (de Defensa, Vladimir) Padrino, asesinar a importantes líderes políticos y militares de Venezuela y crear un caos y una conmoción en el país para cortar el proceso de paz, de estabilidad, de recuperación en Venezuela”, indicó el dictador, durante su discurso anual ante la Asamblea Nacional, en el que también entregó un balance de su gestión.
Y es que, de acuerdo con lo dicho por Maduro, es la base de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) en Colombia, la que estaría planeando estos atentados en su contra. Otro de los políticos que sería objetivo de sus enemigos es el Freddy Bernal, gobernador del estado Táchira, afín al chavismo: movimiento que gobierna desde 1999 el país, tras la llegada al poder de Hugo Chávez.
“Establecida durante los gobiernos de (Álvaro) Uribe, (Juan Manuel) Santos e Iván Duque, sigue actuando de manera secreta e impune conspirando contra Venezuela. La base de la DEA en Colombia y sus funcionarios principales siguen actuando junto a los grupos del narcotráfico conspirando contra Venezuela”, agregó el controvertido político, que causó revuelo con sus revelaciones.
(Rayner Peña R./)
Las graves acusaciones de Maduro
En su denuncia, Maduro habló de al menos cuatro conspiraciones golpistas en 2023, en expediente que dio a conocer al diputado Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional y hermano de la segunda al mando: la vicepresidenta Delcy Rodríguez. “En estas cuatro oportunidades estoy entregando pruebas, grabaciones y testimonios, porque todos los involucrados están convictos y confesos”, destacó.
“Todos están presos, convictos y confesos, todos declararon su traición, todos declararon su crimen, todo gracias a la inteligencia y a la investigación, Dios con nosotros, quién en contra”, afirmó el dictador ante la Asamblea, a la que acudió en compañía del fiscal General Tarek William Saab.
En sus denuncias, también mencionó que habría componentes extranjeros que estarían ligados al plan para matarlo, aparte de algunos militares venezolanos y otros mercenarios que desertaron de sus Fuerzas Armadas en 2020 y 2021. En su defensa, manifestó que estaría dispuesto a activar una estrategia de contingencia, denominada “furia bolivariana”, sin dar mayores detalles.
Las conspiraciones habrían ocurrido en los meses de mayo, agosto, noviembre y diciembre. Detrás de dos ellas, en primer término, vinculó a un teniente y un coronel, que se moverían con libertad por la frontera colombo-venezolana. De estas actividades, Nicolás Maduro dijo que puso en conocimiento de este supuesto entramado al presidente Gustavo Petro, con el que tiene una relación cercana.
Asimismo, en su presencia ante el parlamento confirmó la designación del colombiano Álex Saab como el nuevo presidente del Centro Internacional de Inversión Productiva de Venezuela: una entidad que tiene como fin la promoción de inversiones a nivel nacional e internacional en el país vecino e impulsar el aparato productivo para el desarrollo económico y social de ese Estado.
“Anuncio el nombramiento como nuevo presidente del Centro Internacional de Inversión Productiva de Venezuela. Para que él con su experiencia ayude a nuestro país a traer las inversiones y fuerzas económicas del mundo. Álex, confío en ti, plenamente”, indicó Maduro, en medio de los aplausos de los presentes, que le dieron la bienvenida al controvertido empresario.
En desarrollo…
