Ha sido un día largo para los manifestantes socialistas -unos 12.000, según la Delegación del Gobierno- que se concentraron este sábado frente a la sede central del partido, en la calle Ferraz de Madrid, para expresar su apoyo a Pedro Sánchez y pedirle que no dimita. “Salimos desde Castellón a las cuatro de la mañana”, aseguraba una mujer en la manifestación. “Hemos perdido mucho tiempo dejando que la extrema derecha ocupase las calles”, declaraba otro, en común con lo afirmado por varias personas preguntadas, que coincidían en que esto “debía haberse hecho antes”.
A pesar del viento, el frío, la lluvia y el granizo, los simpatizantes socialistas permanecieron en la calle durante horas, atraídos por la convocatoria realizada con motivo del Comité Federal del partido y siguiendo las intervenciones de los líderes en las pantallas gigantes que se habían colocado para la ocasión. En todo ese tiempo, no dejaron de corear lemas como “Pedro, quédate”, “Pedro, no estás solo” o “Frente al fascismo, democracia”, en una mañana que ya será recordada en la historia del PSOE.
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Si bien la movilización no era oficial, los miembros socialistas han hecho eco de ello por todos los medios para concentrar a su militancia.
De la tensión a la fiesta al son de Quevedo y Raffaella Carrá
El ambiente durante la celebración del Comité era fruto de la incertidumbre. Todo giraba en torno a la misma pregunta: “¿Se va o no se va?”. “Va a seguir como presidente”, afirmaba en una conversación una mujer de avanzada edad. “Yo creo que Sánchez se va a ir”, respondía una de sus acompañantes. En todo caso, si por algo se podía describir la jornada era por su tensión y hartazgo: “¡Basta ya!”, gritaban los concentrados. Entre los cánticos no faltaron referencias a duelos recientes entre PP y PSOE: “Ayuso, ¿a ti también te gusta la fruta?”, bromeaba un señor de mediana edad.
El apoyo no solo ha venido de su militancia. Dentro del cuartel socialista -en el que se ratificó la candidatura de Teresa Ribera como cabeza de lista a las elecciones europeas- solo hubo lugar para los elogios a su presidente y secretario general, así como a la llamada a la movilización ciudadana. El Comité ha abierto con el discurso de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que ha pedido a Sánchez que no dimita y ha trasladado el apoyo del partido a su mujer Begoña Gómez, a la que se ha intentado “destruir”, según ella, aludiendo a las denuncias presentadas por supuesto tráfico de influencias.
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“Begoña, compañera, estamos todas contigo”, ha afirmado la número dos del partido, lo que ha provocado que todos los asistentes al Comité Federal se pusieran en pie y dedicaran una larga ovación. “No hay lodo en el mundo que pueda ocultar que hoy España avanza con un Presidente socialista y con un Gobierno progresista, ha sentenciado. Después le han sucedido el resto líderes socialistas, que han apelado a la “resistencia colectiva”.
El Comité ha concluido alrededor de las 12:15, y fue entonces cuando estalló la fiesta, contagiando así a su militancia. Los líderes socialistas han salido a la calle junto a los miles de manifestantes, al grito de “Pedro se queda”. Desde el núcleo de confianza de Sánchez, hasta las voces más críticas con el presidente del Gobierno han estado presentes esta mañana. Los socialistas debían mostrar unidad y así lo han reflejado.
Todas las manifestaciones tienen un himno como bandera y la de este sábado no iba a ser una excepción. Lo fue Canto a la libertad de Labordeta en las marchas de la dignidad; o Al alba, de Luis Eduardo Aute, después de los fusilamientos de 1975. Esta vez, el movimiento “Pedro, claro que vale la pena” ha escogido la canción de Bizarrap y Quevedo: Bzrp Music Sessions, Vol. 52, más conocida por su estribillo “Quédate”. Asimismo, también han sonado otros temas como Zorra, de Rigoberta Bandini, o Pedro, de Raffaella Carrà, que los asistentes han coreado y bailado.
La mañana transcurría y cada vez se aglutinaba más gente a la protesta. “Y pensaban que íbamos a ser cuatro gatos”, exponía un hombre en tono irónico. En ocasiones, se sumaban invitados no deseados que se infiltran entre las filas para intentar embarrar lo que realmente ha sido una manifestación pacífica. En pleno momento de euforia, un señor de avanzada edad aparecía entre la multitud al grito de “Sánchez, dimisión”, que fue respondido con insultos de la multitud socialista. No obstante, el episodio se redujo a apenas unos minutos anecdóticos.
A las 13:00 horas de la tarde, el encuentro tocaba a su fin y los militantes se disponían a volver a sus casas. A muchos de ellos les ha tocado recorrer de vuelta los cientos de kilómetros hasta sus hogares. Ahora, tras esta catarsis colectiva, el relevo pasa al presidente del Gobierno, que dará a conocer este lunes su decisión: si dimite o se mantiene al frente del Ejecutivo. Hasta entonces, todo lo que pueda decirse son meras especulaciones.
