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Cuartoscuro
¡Ya huele a Navidad y la cartera lo sabe!
Después de la celebración del Día de Muertos, la cuenta regresiva para la Navidad se percibe con celeridad, ya que con ello llega la prestación laboral más deseada y adorada por todos los trabajadores y empleados de México.
¿Qué es el aguinaldo?
Es un derecho de las y los trabajadores establecido en la Ley Federal del Trabajo en su artículo 87, “todas las personas trabajadoras tendrán derecho a recibir, cada año, un aguinaldo que deberá pagarse antes del 20 de diciembre, equivalente a 15 días de salario, como mínimo”.
Aquellos que aún no hayan cumplido el año de servicio, sin importar que se encuentren laborando o no en la fecha de liquidación del aguinaldo, tendrán derecho a que se les pague la parte proporcional del mismo, conforme al tiempo trabajado.
La Ley establece que es una obligación del empleador pagarlo en tiempo y forma. En caso de incumplimiento, de manera completa o extemporánea, el patrón se hará acreedor a una multa y el trabajador contará con un año para reclamar el pago del mismo ante las instancias jurisdiccionales competentes.
¿En qué gastarlo?
Hay un dicho que dice, “todavía no tienes la vaca y ya te la estás comiendo”, ¿Cuánta razón?
En muchas empresas, las áreas de Recursos Humanos ya avisaron en qué fecha se pagará la prestación, a lo que muchos “ya se vieron” comprando la pantalla para la casa, el Play Station o el Xbox para los chamacos, el IPhone 15 o el Smartphone de novedad, un cambio de guardarropa para verse Aesthetic, un entre otras cosas.
El aguinaldo se visualiza para comprar muchas cosas, pero una opción que pocas veces se considera o se deja en el olvido es pagar las deudas adquiridas en los 11 meses previos al mes de diciembre. Hacerlo puede ser una buena opción para ponerse al corriente con el casero, pagar a familiares o amigos, a los bancos, tiendas departamentales, el préstamo solicitado o pagar las tarjetas de crédito.
Destinar una parte o la totalidad del aguinaldo puede ser el primer paso para el desahogo financiero personal o familiar, para ello se requiere analizar cuáles son las deudas y optar por liquidar los compromisos más importantes o los que están generando mayores intereses (porque esos te comen) o enlistar las principales necesidades que existen y definir cuáles son las más urgentes de satisfacer.
Eliminar las deudas generará beneficios en el corto tiempo, nuevos bríos para comenzar un nuevo año con el pie derecho; una oportunidad para estabilizarse financieramente.
