El comité organizador del 41 Congreso Federal del PSOE ya va dando forma al cónclave que se celebrará en Sevilla a finales de noviembre en el que habrá dos temas fundamentales sobre la mesa: la financiación autonómica, que viene marcada por el acuerdo con ERC para establecer un concierto económico en Cataluña y la Vivienda, un asunto que el Gobierno quiere convertir en bandera de la legislatura.
La dirección socialista, ya está perfilando la ponencia marco, que servirá de base para los debates que se llevarán a cabo en el proceso precongresual e in situ en el propio Congreso. Estos dos asuntos, según indican distintas fuentes de la dirección del partido son los que tendrán más espacio.
La ponencia marco la coordinan la presidenta del partido, Cristina Narbona, el presidente de la fundación Avanza, Manuel Escudero y la secretaria de Estudios y Programas de la Ejecutiva Federal, Idoia Mendía y el 25 de octubre debe estar a disposición de toda la militancia para iniciar el periodo de enmiendas.
Además, de estos dos asuntos troncales, es previsible que también se abran debates sobre otros temas, como el desarrollo de la inteligencia artificial y los retos que suponen para la sociedad o el impacto de los bulos y las noticias falsas.
Este último, de especial interés para el presidente del Gobierno y secretario general, Pedro Sánchez, que recientemente presentó su Plan de Acción por la democracia, que incluye medidas como la creación de un registro de medios de comunicación sobre su propiedad y la inversión publicitaria que reciben.
FERRAZ CREE QUE HA BAJADO EL VOLUMEN DE LAS CRÍTICAS
En todo caso, la gran discusión del Congreso –por la tensión interna que genera, girará en torno a la financiación autonómica y por tanto el PSOE busca el modo de encontrar una posición común que calme a parte de sus líderes autonómicos.
Los territorios están alerta ante las consecuencias de un acuerdo con ERC –firmado a cambio de que los republicanos apoyasen la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat– y que supone la salida de Cataluña del régimen común de las comunidades autónomas. La oposición clama contra el pacto y alerta de que supone la ruptura de la igualdad entre españoles, pero las reticencias están instaladas dentro del propio PSOE.
La materia es de máxima sensibilidad porque afecta a los fondos que recibe cada comunidad, aunque en Ferraz creen que ha bajado el volumen de las críticas iniciales lideradas por el presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García Page y el expresidente de Aragón, Javier Lambán. De hecho señalan que la tensión con Castilla La Mancha se ha rebajado y que Page utiliza un tono más moderado en privado que en público.
VARIOS LÍDERES EXPRESARON RECELOS
Hay otros, como el presidente de Asturias, Adrián Barbón y los secretarios generales de Madrid y Extremadura, Juan Lobato y Miguel Ángel Gallardo, que han expresado sus recelos, aunque con menos contundencia, y está por ver si vuelven a alzar la voz o acaban acatando la línea marcada por la dirección federal.
Hasta el momento, ni en Moncloa ni en Ferraz han entrado a explicar a fondo en qué consiste este acuerdo y como encaja con la financiación del resto de comunidades y se defienden señalando que en los años que lleva Pedro Sánchez en La Moncloa todos los territorios han recibido más fondos que con su antecesor, Mariano Rajoy (PP). En cualquier caso se esfuerzan en repetir que seguirá habiendo solidaridad interterritorial y ninguna comunidad saldrá perjudicada.
Incluso, este mismo viernes la vicepresidenta primera y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, ha rebajado el alcance del pacto con ERC al subrayar que se ciñe a la cesión del IRPF a Cataluña y recoge la vocación de hacer lo mismo con el resto de impuestos a lo largo de los años, aunque sin un calendario definido.
LA VIVIENDA, BANDERA DE LA LEGISLATURA
La vivienda, sin embargo, es el asunto predilecto del Gobierno y del PSOE para esta legislatura e intentarán que tenga el mayor protagonismo posible en el Congreso Federal.
Sánchez repite continuamente que quiere convertirla el quinto pilar del Estado del Bienestar, junto con la sanidad, la educación, la dependencia y las pensiones y trata de incluir este debate en todos los foros que sea posible.
De hecho el Gobierno quiere que la conferencia de presidentes que previsiblemente se celerará en diciembre esté centrada en la vivienda, aunque los presidentes autonómicos del PP están empeñados en forzar un debate sobre financiación autonómico.