Del 6 al 9 de marzo de 2023, la Feria del Libro Infantil de Bolonia celebra su sexagésima edición, en la que reunirá a los más reconocidos ilustradores, autores, traductores, editores, agentes y críticos de la literatura para niños y jóvenes a nivel mundial. También regresa el premio a la mejor editorial de libros para niños, al que está nominada, en representación de Colombia, Cataplum Libros, que desde 2016 ha apostado por este tipo de literatura.
En esta sexagésima edición de la Feria del libro de Bolonia, la editora María Fernanda Paz Castillo —directora y fundadora de Cataplum Libros— además de participar en el evento de premiación, liderará la comitiva de la editorial que llega a la feria con un cátalogo de 30 títulos de autores e ilustradores colombianos y de toda Latinoamérica como Jairo Buitrago, Paula Ortiz, Triunfo Arciniegas, Pilar Posada, entre otros.
Cataplum Libros inicia su historia en 2016 con Adiós, un poema de Candelario Obeso ilustrado por Juan Camilo Mayorga. Hoy seis años despues, están ad portas de ser nombrados como la mejor editorial de libros para niños del Caribe, Centro y Suramérica. A propósito de la nominación al premio, Infobae conversó con María Fernanda Paz Castillo, directora y fundadora de la editorial, sobre la nominación, la diferencia entre literatura para niños y literatura infantil y lo que se viene para 2023. Anunció dos novedades.
Para empezar, felicidades por la nominación, y ¿de dónde viene el nombre de la editorial?
Cuando fundamos la editorial estábamos… el espíritu de la editorial está muy vinculado con el juego, o sea, con la palabra y con la palabra desde distintas aristas, digamos de la tradición oral, desde la poesía, desde la narrativa; entonces estábamos buscando una palabra, digamos, que estuviera en el inconsciente colectivo, pero también pensábamos en una onomatopeya, porque son muy fuertes; en palabras como con muchos significados distintos para todo el mundo. Entonces encontramos cataplum. Nos gustó mucho, nos pareció que, como te digo, resume el espíritu de la editorial, que es el juego con el lenguaje, desde distintos lugares… es como la esencia de la editorial, no solamente jugar con el lenguaje, también con la imagen, ¿no?
Esta no es la primera vez que Cataplum participa en la feria del libro de Bologna, ¿cómo fue llegar a esta por primera vez y cuál ha sido el impacto de estas participaciones para la editorial?
Sí, la editorial ha estado en la Feria de Bolonia, y yo como editora, había estado también yendo desde mucho antes, porque, bueno, es la feria de venta de derechos más importantes en el campo de la literatura infantil, de los libros para niños y para jóvenes. Yo pienso que, sobre todo, la Feria de Bolonia ha sido muy formadora, en el sentido de poder tener contacto con los mejores editores, de ver los trabajos, de poder contrastar, de ver cómo se ven tus libros ahí, de ver las distintas corrientes, las tendencias, de conocer, sobre todo, ilustradores. Entonces, ha sido, sobre todo en el campo formativo, como de la formación como editores, imprescindible en ese sentido.
¿Cómo se enteraron de la nominación? ¿Lo sabían? Y luego de la nominación, ¿qué se viene para Cataplum?
Mira, la verdad es que no. Fue una sorpresa absoluta. Vemos que, en la página de la Feria del libro de Bolonia, dice que asociaciones de promotores de lectura, bibliotecarios fueron quienes recomendaron a las editoriales que estamos digamos nominadas por América Latina, porque al lado de Cataplum hay cuatro editoriales más—dos chilenas y dos Argentinas—.
Bueno, primero fue una sorpresa absoluta, porque no lo sabíamos, no teníamos ni idea. La verdad es que fue una sorpresa total con mucha alegría porque demás las editoriales que también están nominadas, son editoriales amigas y hemos transitado, de alguna manera, juntas muchas ferias. Es un espaldarazo al trabajo que estamos haciendo. Lo recibimos con mucha humildad y viviendo que estamos como en el camino, que es nuestro camino, y que ese camino pues resulta interesante también en otros continentes, en otros espacios y para los mediadores de distintos países.
¿Por qué se habla de literatura para niños y no literatura infantil? ¿Hay alguna diferencia?
Es que es una diferencia, digamos, muy personal, y varía dependiendo de con quién hables, porque hay mucha gente que habla de literatura infantil. A mí me gusta hablar de literatura para niños, porque el término infantil, a mi modo de ver, infantiliza un poco la literatura, le da como una connotación, digamos, de infantilización de la literatura infantil, y muchas personas hasta creen que, por ser literatura infantil, la puede escribir también los niños.
Hay como toda una nueva corriente que prefiere hablar de literatura para niños y para jóvenes y no de literatura infantil o juvenil; pero como te digo es una postura personal y profesional, a mí me gusta hablar de libros para niños, de literatura para niños, para niños y niñas.
¿Por qué especializarse en este tipo de literatura?
Bueno, mira, yo pienso que en mi caso, lo que tiene que ver conmigo, ya como profesional, es por un interés en formar lectores, y entendiendo que estos son los primeros libros que llegan a la vida de los niños y de las niñas, y que tienen una importancia, digamos que exponencial, porque en la medida en que los niños tienen contacto con buenos libros, con buenos textos, con buenas imágenes, en esa medida, pues, está formando lectores con todo lo que la formación de lectores conlleva.
Entonces tengo una afinidad especial por los niños. Me gustan los niños. He estado muy en contacto siempre con niños, me parece que son, además, unos lectores increíbles porque ven cosas que nosotros no. No tienen prejuicios al momento de acercarse a un libro, eso es muy sorprendente. Yo digo que lo más chévere, que lo más interesante, que lo más importante es todo lo que pasa entre los lectores y esos libros, las respuestas son impresionantes y las cosas que hacen los niños, a partir de los libros, o las reflexiones que tienen, a partir de los libros.
Editar libros para niños es un trabajo muy noble y un trabajo muy enriquecedor, porque son libros que dan mucho trabajo, y a veces hay equipos muy grandes detrás de cada libro. También son trabajos enriquecedores, en ese sentido.
En Cataplum tenemos una línea muy clara en la importancia de acompañar a los niños en su formación como lectores, por eso tenemos libros para niños que están digamos dejando el cartoné y están ya empezando a pasar las páginas en papel, hasta niños y niñas más grandes que pueden leer, que son más autónomos en sus lecturas.
Estamos hablando de más o menos unos 30 títulos en el catálogo, ¿cómo ha sido ese proceso para acercarse a los autores y para descubrir qué es lo que quieren leer niños y niñas leer?
Nosotros, la verdad, vamos a la inversa. Nosotros no publicamos lo que los niños quieren leer. Nosotros publicamos lo que la experiencia nos dice que debería estar en el repertorio de lectura de los niños y de las niñas. Nosotros eso lo promovemos, lo acercamos, y tratamos de proponer cosas distintas, libros distintos, quizás libros más tradicionales. La variedad es muy importante para nosotros, que proponemos lecturas, porque también entendemos que los lectores se forman de esa manera. No solamente darle lo que les gusta, que es muy importante, pero también proponerles nuevas cosas. Ya hay muchas editoriales dedicadas a hacer lo que los niños quieren leer. Ahí es donde entra el importante papel que tenemos los adultos en la formación de los niños y de las niñas como lectores y es en acercarles, no acercarles nuevos tipos de nuevos libros nuevos géneros literarios nuevos personajes.
El número 30 es para nosotros increíble, es un catálogo hecho con mucho esfuerzo, le dedicamos a cada libro mucho trabajo, muchísimo trabajo, hay libros que tienen detrás tres y cuatro años de trabajo. Entonces sí es un número, para nosotros, bastante significativo por todo el trabajo que hay atrás, no solamente desde la editorial, porque nosotros trabajamos con una directora de arte, con un productor, sino también de los autores.
Luego de su paso por la Feria del Libro de Bolonia, se vienen la Fería Internacional del Libro de Bogotá y las ferias regionales, ¿qué tienen preparado para 2023?
Sí, vamos a participar en varias ferias regionales. Eso todavía estamos viendo si vamos a participar con un aliado en algunas. En la Feria del Libro de Bogotá vamos con un programa súper interesante, vienen varios autores de Cataplum, como pueden ser, de los internacionales, Mariana Massarani, Roger Melo, Micaela Chiris, Ana Palmero, que también es la directora de arte de Cataplum, y que es una experta en dirección de arte y diseño de libros para niños. Vienen también de autores locales como Pilar Posada, viene Pablo Ortiz, Triunfo Arciniegas.
También tendremos una un evento para mediadores con Triunfo Arcinegas, tendremos firmas de libros los fines de semana en el stand y, lo que es como la guinda de la torta, es que vamos con dos novedades espectaculares, que ya van a estar pronto en librerías, y que te doy la primicia, un libro se llama Esopo dijo que era el burro de Triunfo Arciniegas y Juan Palomino, y un libro que se llama Quiero ser, que es de Andres Letría una traducción del portugués.